Pas de deux en un interior.

Siempre me sobrecogíeron  los «Pas de deux«.

La emoción  que te invade cuando observas   a dos personas moviéndose como si estuviesen unidos por un elástico  invisible, tu los acompañas con tu mirada. Poemas orgánicos. Me contraigo y me expando. Puedes seguir la trayectoria de sus cuerpos ir y venir, acercándose y alejándose, fluyendo juntos, no es una simbiosis, cada uno mantiene área, muy de vez en cuando se funden en uno, cada cuerpo mantiene su espacio vital.

Este es el concepto que ha  inspirado  esta atípica propuesta. ¿Y en qué consiste?

Por mi profesión de decorador he tenido que trabajar a menudo con fotógrafos. Fotografiar sets de decoración e interiores, requiere ese tándem trabajando en armonía y con una gran complicidad. En esa trayectoria he tenido la suerte de trabajar con algunos de ellos que te integran y que creen como yo que «cuatro ojos» ven más que dos, las mentes se conectan.

Al mismo tiempo hace algunos meses que mi estudio y taller está en un bello lugar, los espacios bellos para el trabajo escasean en nuestra región, cuando hablo de bellos me refiero a un mix de cualidades, luz natural, alma e historia, altura, versatilidad… Cuando lo encontré estaba cerrado y no estaba en alquiler, tras mis pesquisas por el pueblo, encontré a su dueño, un anciano con carácter, difícil de convencer, pero yo en ocasiones cuando algo se me mete entre ceja y ceja también puedo ser muy convincente y me abrió las puertas del misterioso espacio. A veces quiero que me abran puertas de sitios antiguos solo para sentir esa excitación del descubrimiento. Pero ese lugar fué mas allá de el impacto inicial, me había atrapado, lo supe porque al entrar en él note cosquillas en las piernas y el estómago, eso me pasa cuando entro en sitios que me sugieren muchas cosas, lugares que tienen que ser conocidos. .

El  espacio, una nave de la industria conservera de principios de siglo XX, tenía tantas posibilidades,  que experimentarlo  sola sería un gran  desperdicio…Murcia tiene un buen elenco de profesionales del sector al que  siempre me he dedicado, distintas facetas, decoración, visuals merchandiser, interioristas, , arquitectos  y fotógrafos de interiores. Así que pensé que podría ser interesante ponerlos en contacto de dos en dos según los creyese mas afines, invitándoles a formar un tándem fugaz  de trabajo para crear pequeñas editoriales, poniendo las piezas  antiguas y vintage de mi stock a su entera disposición.

Y así sin pensarlo mucho más, comencé a invitar fotógrafos, interioristas, arquitectos y otros profesionales relacionados.

No es fácil llegar a un lugar e improvisar eligiendo piezas con las que trabajar y conectándote tan fugazmente con otro profesional. Así que tengo que dar las gracias a aquellos que han aceptado con emoción el reto de venir a experimentar a mi espacio.

Las primeras valientes invitadas fueron dos grandes profesionales, la interiorista Eva Torrecillas y la fotógrafa María José Puche que dirige el estudio RojoLover. Yo no hice nada, me  quedé mirándolas y fue un placer, a veces merece la pena aceptar un roll de voyeur y aprender de los demás.

Eva eligió las piezas con las que se sentía más identificada y las dispuso como considero trabajando con Maria José para que plasmara las escenas desde los encuadres que ella decidiese, las dos se entendieron a la perfección y ahora puedo presentaros su trabajo.

Sin más os dejo con la editorial fruto de su «Pas de deux«.