Quién nos iba a decir que estos aparadores de los años 50 y 60 serian idolatrados en la deco del siglo XXI, y es que tienen muchas ventajas, son funcionales, se integran con diversos y dispares estilos y sus proporciones son adecuadas para los apartamentos actuales.
En cualquier caso, es una pieza casi fundamental si lo que uno quiere es dar a un espacio una aire 50′ sin convertir ese espacio en una escenografía retro pero poco funcional. Ocupan visualmente una altura proporcionada tanto en un apartamento de techos altos como en los de techos mas bajos, y pueden ser parte de un salón, dormitorio, incluso un baño.
Este que os enseñamos en Isabella Bo, esta en muy buen estado, y disponemos de dos solamente y vitrina a juego, solo le convendría un nuevo pulimentado pues tiene algunas señales de uso, sin embargo la estructura esta en perfecto estado. En mi opinión es una de esas pocas piezas tan versátiles que dan mucho juego pues pueden ser llevadas en la decoracion al terreno que uno desee.